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No perdones mucho

Quizás el título te suene un poco exagerado, pero es la verdad. Yo vengo de una cultura muy cristiana donde el perdón es como la oportunidad de alcance para la salvación eterna. Me han enseñado a perdonar a los demás y jamás a perdonarme a mí mismo.

Durante el recorrer de mi vida, he tenido que afrontar muchos desafíos, desde la humillación, el desprecio, el rechazo. Me han intentado limitar como persona, pero siempre creía que mi creencia me hacía más fuerte, ya que la mayoría de los cristianos tienen la idea de que el sufrimiento es como un proceso de crecimiento y de que después de la muerte tendrás una vida sin dolor, sin sufrimiento, con un montón de promesas que hoy me doy cuenta de que no pasan de pura fantasía.

Con el tiempo descubrí que el perdón no es obligatorio, que, si no perdono a mi ofensor, Dios no me castigará. He tenido que descreer de muchas creencias que me invalidaban como persona y me hacían ser muy débil y fácil para los manipuladores. Durante esta etapa de mi vida, fui percibiendo lo cuánto cuesta rehacerse, y por esto ya no doy oportunidad a personas que han intentado denigrirme, humillarme, que fueron falsas conmigo. Hasta los  «Amigos»  de muchos años he tenido que poner limites y alejarme de unos cuentos, por confundir confianza con debilidad.

Tuve que aprender a poner límites. Fui etiquetado de mala persona por tratar bien a los demás. Aún tengo en la memoria a todos los que han intentado detenerme y hacerme creer que no soy digno de vivir en esta vida. Solo tú conoces tu dolor, y si realmente sabes lo cuánto es difícil remontarse mentalmente, ya no permitirías que nadie te diga lo que tienes que hacer.

No perdones. No permitas que estas personas regresen a tu vida. Tampoco seas amigo de los que son tus enemigos. Establece límites sanos. Vive tu vida, sigue haciendo lo que te gusta. No pares, no desistas. Recuerda que, si paras, quien pierdes eres tú y no ellos.

La amistad es algo que llena nuestra vida, pero lamentablemente hoy en día hay personas que solo buscan relacionarse  con la intención de sacar información para juzgarlas y conseguir armamento para hablar mal de ellas. He tenido que aprender a tener mucho cuidado con las apariencias de bondad de los demas, especialmente de las personas que les encanta hablar entre los dientes. Estos tipos de personas son sarcásticas y llenan su ego humillando y difamando a los demás.

NO perdones mucho, la gente no tendrá reparos en hacerte daño.