¿Cuál es la tuya?
La existencia de tres tipos de mente: la rígida, la líquida y la flexible. Cada una de ellas tiene sus propias características y obedece a lógicas
El miedo a ser juzgado muchas veces nos hace creer que es mejor comportarse como un ignorante, ya que la mayoría de los ignorantes se creen superiores a los demás, solo por tener un tipo de conocimiento muy superficial. Saber mucho sobre un tema no te hace inteligente, solo demuestra la capacidad que tienes de recoger esta información y después pasarla de forma automática sin analizar el contexto o si realmente es correcta o no.
Uno de los ejemplos de mala información son las redes sociales y los medios de comunicación, la gran mayoría de información que recibimos muchas veces no pasa de cosas banales, ya que el contenido incluido muchas veces son pocos fiables.
Cuestionar:
El acto de cuestionar te evitará juzgar, ya que la gran mayoría de los idiotas creen saber de todo, estos mismos idiotas imponen una idea fija y no se puede cuestionar lo que ellos dicen, son personas inflexibles. Estos mismos tipos de personas tienen una mentalidad rígida, no se adaptan a los cambios y creen que lo que ellos aprendieron es una cuestión de valor absoluto.
¡Ojo, cuidado! No confundas una persona que tiene una mentalidad flexible con personas que no tienen identidad propia con relación a lo que piensan. Hay personas que son muy fáciles de ser manejadas y manipuladas como es el caso del fanatismo religioso. Entonces vamos al grano, ¿eres capaz de identificar el tipo de mente que tienes?
Una mente flexible: las personas con una mentalidad flexible son aptas para cuestionar, buscar soluciones para todo sin juzgar y prejuzgar, tienen mayor facilidad de aprendizaje como también para buscar solución en cualquier momento de adversidad. No solo miran el lado positivo de la vida, también ven la posibilidad de crecimiento personal con los obstáculos que hay en el día a día. La mente flexible está dispuesta a cambiar aunque hubiese tenido creencias y pensamientos falsos.
Una persona con mentalidad flexible cuando es cuestionada, se comporta de manera empática, comprende que hay varios tipos de formas de pensar y que debemos respetarlas, aceptando así la diversidad de pensamientos.
Mente rígida: las personas que tienen con la mentalidad rígida muchas veces las identificamos con las personas mayores que han vivido en una época totalmente diferente de la nuestra. Pienso que es un problema no solo cultural, sino también social y familiar, quiero decir que la influencia familiar induce muchas veces a los jóvenes a tener una forma de pensar rígida. Pero no solo los padres, sino también nuestros profesores y hasta incluso los amigos.
Las personas con mentalidad rígida cuando son cuestionadas se ponen a la defensiva, son incapaces de racionalizar, son arrogantes, creen que todo lo que los demás dicen no tiene sentido y que la única verdad absoluta es lo que ellas piensan. También demuestran agresividad al hablar y son incapaces de revisar las falsas creencias que tienen.
Enseñar a nuestros niños a tener una mentalidad más flexible y menos rígida, les aportará no solo conocimiento, sino también una inteligencia emocional capaz de afrontar el miedo y la ridiculización de fracasar en la vida.