Una representación de crecimiento emocional
La inocencia es un arte y pocos la poseen, una virtud por la que el individuo fácilmente puede ser engañado, sin embargo, aquellos que la tienen, por más que hayan sufrido decepciones, traiciones, no pierden su identidad. Quien no ha escuchado nunca el dicho de que hay que tener un poco de malicia en esta vida. Pero, ¿por qué debería tener malicia si hay tanta gente a la que les falta bondad? No me gusta mucho la palabra buena persona, ya sé que hay varios significados en esta frase, por el contrario, creo que todos tenemos una parte nuestra, tanto positiva como negativa.
¿Alguna vez has escuchado hablar sobre polaridad en psicología Gestalt? El concepto polaridad se refiere al rasgo de personalidad que todos tenemos, son estos impulsos opuestos que poseemos. Cuando esculpimos nuestra polaridad nos despedimos de los autoconceptos negativos que tenemos de nosotros mismos. Vivimos en una sociedad que nos obliga a aparentar lo que no somos, muchas veces nos sentimos forzados a satisfacer a los demás, no porque queramos y si porque tenemos miedo a ser llamados de mala persona.
Ten en cuenta que una mala persona se percibe por la manera que trata a los demás, así que hay ocasiones que necesitamos sacrificar nuestra inocencia, no es amputar nuestra esencia, es dejar de ser gilipollas, aprender a poner límites a ciertos tipos de individuos que solo nos quieren hacer daño. Dejé de compartir conversaciones con gente que lo único que buscaba era sacar alguna información de mi vida para después utilizarla contra mí, a estos tipos de personas no les importa lo mal que lo has pasado, apenas tienen curiosidad, hacen como que te escuchan cuando en realidad por detrás ya están preparados en juzgarte.
Me he dado cuenta de que necesitamos muchas veces dar explicaciones de todo, y esto es un error muy grave para nuestra autoestima, por más que intentes explicar la gente entiende lo que le da la gana, la sobrejustificación es una motivación con el propósito de evitar juzgamientos. Así que evita dar muchas explicaciones, ya sé que para evitar conflictos preferimos justificar, sin embargo, si el oyente está lleno de prejuicios empezará a deducir cosas que no son reales.
Personas que lo deducen todo
Una gran mayoría de personas deducen mucho de las informaciones que reciben, el problema de la deducción es que nos puede llevar a una falsa conclusión, la mayoría de los que creen que saben algo de psicología utilizan la deducción para analizar el individuo, sin tener en cuenta que la psicología popular no tiene nada que ver con la verdadera psicología científica.
Es posible dejar de ser víctima de la ingenuidad
Las personas que confían demasiado en los demás tienen una visión siempre positiva y generosa, piensan que todos son igual a ellos, cuando la realidad es otra, ya decía el poeta Juvenal: “confiar en todos es insensato, pero no confiar en nadie es neurótica torpeza” el problema no eres tú, es que miras a las personas con ojos distintos, sin maldad, hay momentos que desconfiamos de personas equivocadas y vamos sangrando a quien nunca nos hizo nada. Ahora bien, es el momento de empezar a hacer un autoanálisis, tienes que aprender a hablar contigo mismo como: ¿vale la pena contar mis cosas a esta persona? ¿Qué busco realmente compartiendo mis problemas? Antes de cualquier cosa, sé observador, ¡ojo! No, confundas observador con paranoico que ve cosas donde no existen.
La primera señal de advertencia es escuchar como esta persona habla de las demás personas, he tenido grandes problemas en mi vida, por creer que todos eran mis amigos, cuando en realidad la gran mayoría solo estaba en mi vida, por interés, tuve que aprender antes tarde que nunca, a poner límites, ya que antes siempre me tocaba pedir perdón por los errores de los otros. Comprendí que les estaba dando poder sobre mi vida, Siempre tenía que sacar una sonrisa cuando en realidad tenía ganas de decir un par de verdades.
Sacrificar la inocencia es dejar de creer en todos, es aprender a poner límites, comprender que si no te respetan allí no es tu lugar, ser consciente que no puedes cuidar a cada pájaro que posa en tu ventana, hay una frase de Bruce Lee que me llama mucho la intención que es: “Esperar que la vida te trate bien por ser buena persona, es como esperar que un tigre no te ataque por ser vegetariano”.
@todos los derechos Reservados: Robson Marins, escritor, bloguero, pensador, estudiante de psicología, amante de la literatura.