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El Laberinto de Maya

La Trampa de la Neurosis

La primera vez que escuché la palabra «Maya» fue en 2009 mientras estudiaba formación terapéutica Gestalt. Esta palabra quedó grabada en mí, aunque con el tiempo casi la olvidé. Me gustaría explicarte un poco qué significa.

Desde hace siglos, desde los tiempos de los sabios védicos hasta hoy con los modernos filósofos, Maya ha sido vista como una especie de baile cósmico, una obra de teatro donde las personas son como actores, y las situaciones, como escenas que van y vienen. Nos encontramos en medio de esta danza, como espectadores y como protagonistas, atrapados en ese juego eterno entre lo que percibimos y lo que realmente es.

Lo curioso de Maya es que, aunque nos engaña con ilusiones, también nos puede llevar a descubrir una verdad profunda. Si miramos más allá de las apariencias, podemos encontrar lo que realmente importa, la esencia misma de lo que llamamos realidad. Esta comprensión va más allá de lo que podemos entender intelectualmente; es una sensación que nos llena de claridad y que nos hace trascender las ilusiones de Maya.

El viaje para superar Maya es algo muy personal y espiritual. Requiere que nos miremos hacia adentro, que sepamos discernir y que nos conectemos profundamente con lo que realmente somos. A medida que vamos explorando las capas de la ilusión, nos acercamos cada vez más a entender nuestra propia naturaleza y el universo que nos rodea. Es un viaje que nos lleva a desentrañar lo que realmente importa en este vasto telar de la vida.

Muchas personas viven perdidas en su «Maya» debido a que están inmersas en las ilusiones y las apariencias superficiales de la vida. La «Maya» puede manifestarse en forma de deseos materiales, expectativas sociales, preocupaciones del ego y distracciones cotidianas que desvían la atención de lo que realmente importa. Estar perdido en El «Maya» implica identificarse demasiado con estas ilusiones, sin cuestionar su verdadera naturaleza o su impacto en la vida cotidiana. Además, puede surgir una falta de conciencia sobre la diferencia entre lo temporal y lo eterno, lo que lleva a una búsqueda constante de satisfacción en el mundo externo, sin encontrar una verdadera satisfacción interna.

La faceta oscura de «Maya», su neurosis, nos sumerge en la angustia del futuro. Con demasiada frecuencia, nos desconectamos del momento presente y nos sumergimos en un ciclo de negatividad y preocupaciones que nos vuelve profundamente improductivos. En este estado, proyectamos nuestra insatisfacción en nosotros mismos y en el mundo que nos rodea, contribuyendo así a una realidad distorsionada. Nos apartamos del contacto con la realidad actual, quedando atrapados en la espiral de la ansiedad y la incertidumbre.

Formación Académica:

  • Máster Universitario de Filosofía para los Retos Contemporáneos (UOC)
  • Grado en Educación Social (UOC – Universidad Oberta de Catalunya)
  • Licenciatura en Filosofía (Faculdade Única)
  • Licenciatura en Educación Especial (Faculdade Única)
  • Grado en Marketing (Faculdade Única)