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En manos equivocadas

La terapia psicológica puede ser perjudicial si no se recibe de un profesional calificado

Muchas personas confían en los profesionales de la salud, incluyendo a los psicólogos, para obtener ayuda y orientación en momentos difíciles. Sin embargo, es importante recordar que, al igual que en cualquier campo, no todos los profesionales de la salud mental son iguales y algunos pueden no proporcionar el nivel adecuado de atención o ser éticos en su práctica. Si caes en manos de un mal psicólogo, pueden ocurrir varias consecuencias negativas:

¿Cómo podemos superar el desamparo ante un mal psicólogo?

Superar el desamparo ante un mal psicólogo puede ser una experiencia desafiante, pero es importante tomar medidas para proteger tu bienestar y buscar la ayuda adecuada. Aquí hay algunos pasos que puedes seguir:

  1. Reconoce tus sentimientos: Es normal sentirte desamparado y frustrado si has tenido una mala experiencia con un psicólogo. Acepta tus emociones y comprende que no estás solo en esta situación.
  2. Comunica tus preocupaciones: Si te sientes cómodo haciéndolo, considera hablar directamente con el psicólogo acerca de tus preocupaciones y problemas con la terapia. A veces, la comunicación abierta puede ayudar a resolver malentendidos o problemas en la relación terapéutica.
  3. Busca una segunda opinión: Si sientes que la terapia no está funcionando o que estás en manos de un psicólogo inadecuado, considera buscar una segunda opinión. Puedes consultar a otro profesional de la salud mental para evaluar tu situación y recibir orientación sobre el mejor enfoque de tratamiento.
  4. Termina la relación terapéutica: Si sientes que no hay una mejora en tu salud mental o que el psicólogo está empeorando tu situación, tienes el derecho de poner fin a la relación terapéutica. Asegúrate de seguir los procedimientos de finalización adecuados y busca apoyo emocional durante este proceso.
  5. Denuncia la mala conducta: Si crees que el psicólogo ha actuado de manera poco ética o ha violado tus derechos, considera denunciarlo ante la organización profesional adecuada o las autoridades reguladoras. Esto puede ayudar a prevenir futuros problemas con ese profesional y proteger a otros pacientes.
  6. Busca apoyo: Enfrentar una mala experiencia con un psicólogo puede ser emocionalmente desafiante. Busca apoyo de amigos, familiares o grupos de apoyo que puedan brindarte consuelo y comprensión durante este período.
  7. Encuentra un psicólogo adecuado: Después de poner fin a la relación con el psicólogo problemático, busca un profesional de la salud mental que tenga la formación adecuada, buenas credenciales y una buena reputación. Investiga y entrevista a varios psicólogos antes de tomar una decisión para asegurarte de encontrar a alguien con quien te sientas cómodo y seguro.

Como detectar a un mal psicólogo

  • Detectar a un mal psicólogo puede ser crucial para tu bienestar emocional y mental. Aquí hay algunas señales de advertencia que podrían indicar que estás tratando con un psicólogo problemático:
  • Falta de licencia y credenciales: Un psicólogo debe tener la licencia adecuada para ejercer. Puedes verificar la licencia y las credenciales del psicólogo a través de la organización profesional de psicología de tu país.
  • Falta de empatía: Un buen terapeuta debe mostrar empatía y comprensión hacia tus problemas y sentimientos. Si sientes que el psicólogo no está interesado en tus preocupaciones o no te escucha adecuadamente, podría ser una señal de alarma.
  • Falta de experiencia o formación adecuada: Investiga la formación y experiencia del psicólogo en el área que necesitas ayuda. Un psicólogo que carece de experiencia o capacitación en tu problema específico puede no ser el adecuado para ti.
  • Utiliza métodos no éticos: Si el psicólogo utiliza métodos terapéuticos que te hacen sentir incómodo o que parecen inapropiados, como el uso excesivo de medicamentos sin justificación, podrían estar actuando de manera poco ética.
  • Violación de la confidencialidad: Un psicólogo debe mantener la confidencialidad de tus sesiones, a menos que haya razones de seguridad o legales para revelar información. Si sientes que tu privacidad no se respeta adecuadamente, eso es un problema serio.
  • Falta de planificación y estructura: La terapia debe ser un proceso estructurado y planificado. Si sientes que las sesiones son desorganizadas o carecen de un objetivo claro, podría ser un signo de un psicólogo poco profesional.
  • Promesas de resultados garantizados: Ningún psicólogo puede garantizar resultados específicos en la terapia. Si un psicólogo hace promesas de curación o mejora garantizada, ten precaución, ya que esto no es realista.
  • No te hace sentir cómodo: La relación terapéutica es fundamental para el éxito de la terapia. Si no te sientes cómodo con el psicólogo, no te sientes escuchado o no puedes establecer una buena comunicación, considera buscar a otro profesional.
  • Falta de ética profesional: Si el psicólogo se involucra en relaciones inapropiadas con los pacientes, como relaciones personales o románticas, esto es una clara violación de la ética profesional.
  • No se actualiza o sigue prácticas obsoletas: La psicología es un campo en constante evolución, y los buenos psicólogos deben mantenerse actualizados con las últimas investigaciones y mejores prácticas. Si tu psicólogo parece estar utilizando métodos desactualizados o desacreditados, podría ser una señal de advertencia.
  • Si experimentas alguna de estas señales de advertencia o tienes dudas sobre la competencia o ética de tu psicólogo, es importante considerar buscar una segunda opinión o cambiar de profesional. Tu salud mental es importante, y trabajar con un psicólogo adecuado puede marcar la diferencia en tu recuperación y bienestar.

¿Te sientes juzgado?

Un profesional no debería juzgar a sus pacientes. La terapia es un espacio seguro y confidencial en el que los pacientes deben sentirse cómodos compartiendo sus pensamientos, sentimientos y experiencias sin temor a la crítica o al juicio. En lugar de juzgar, el terapeuta debe ser empático, comprensivo y respetuoso.

La terapia se basa en la empatía y la comprensión del terapeuta hacia las experiencias y los desafíos del paciente. A través de esta comprensión, el terapeuta puede ayudar al paciente a explorar sus pensamientos y emociones, identificar patrones de comportamiento problemáticos y desarrollar estrategias para abordar sus problemas.

Si un paciente siente que su terapeuta lo está juzgando o siendo crítico en lugar de ser comprensivo, es importante abordar esta preocupación con el terapeuta o considerar buscar a otro profesional que pueda ofrecer el apoyo y la empatía necesarios. La relación terapéutica es fundamental para el éxito de la terapia, y es importante que haya confianza y respeto mutuo en ese proceso.

Si notas que no  tiene las competencias necesarias, mejor dejarlo.

¿Crees que le da la importancia a tu problema?

La percepción de la gravedad de un problema de salud puede variar significativamente de una persona a otra. Lo que podría parecer una preocupación menor para una persona podría ser una fuente de gran angustia para otra. Es por eso que los profesionales de la salud están capacitados para evaluar cada situación de manera objetiva y sin prejuicios, teniendo en cuenta la historia clínica del paciente, sus síntomas, su contexto y su calidad de vida.

Infravalorar un problema de salud puede llevar a pasarlo por alto o no darle la atención necesaria, lo que podría empeorar la situación del paciente con el tiempo. Por otro lado, sobrevalorar un problema podría llevar a tratamientos innecesarios o preocupaciones excesivas. Por lo tanto, es fundamental que los profesionales de la salud realicen una evaluación precisa y justa de cada caso para brindar el tratamiento adecuado y el apoyo necesario a sus pacientes.