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La bondad con interés

La falsa apariencia de piedad

No confundas valores humanos con vulnerabilidad

Debemos tener mucho cuidado hoy en día, con personas que se caracterizan con una apariencia de bondad superficial, pero por detrás, actúan con: traición, calumnias, mentiras, … estos tipos de personas son intemperantes, son de los que utilizan las palabras con un exagero extremo, intentando camuflar algún interés.

El amor engañoso es aquel que expresamos apenas cuando buscamos sacar algún provecho, la mayoría de las personas manipuladoras buscan as personas ingenuas porque normalmente uno mismo no es capaz de imaginar en otro lo que uno no tiene intención de hacer. Las personas ingenuas no tienen doble intención, son desinteresadas, no poseen rasgos maliciosos, por esto son un blanco fácil frente a los engañadores.

La maldad existe y viene disfrazada de bondad, hace muchos años cuando empecé a estudiar terapia Gestalt, mí profesor decía que el mal no existía, que la mayoría de las proyecciones que teníamos en los demás era por culpa de nuestros traumas, me hacía creer que el mal del hombre no era real y si una proyección mía. Con el tiempo y la convivencia empecé a darme cuenta de que sí, el mal es real y se llama hombre.

La falsa moneda de bondad es muy utilizada por personas que buscan presumir con los demás de una virtud que no tienen y dura un abrir y cerrar de ojos, porque cuando ya no te necesiten te van a descartar. No dudo que existan personas desinteresadas, ya que el apoyo de las personas sirve para contribuir en el auxilio de los desfavorecidos. La falsa piedad es utilizada para nutrir el ego, transmitiendo una apariencia de benignidad y estos sujetos tienen una profunda frustración interior.

Discordo plenamente del dicho: Quien fue lastimado, lastima, conozco personas que son lastimadas contantemente y así mismo, jamás pagan el mal con la misma moneda, estas personas tienen más que valores, poseen una autenticidad y dignidad propia. Cuando yo hago el mal solo porque me han hecho daño, simplemente actúo peor que el agresor.

“No hay maldad más cruel que la que nace de las semillas del bien”

-Baldassare Castiglione-

La mayoría de los seres humanos tienen siempre la intención de devolver el mal para demostrar poder y estos sentimientos se demuestran con:

· Odio, rencor, resentimiento.

· Gritos, ofensas o insultos, palabras hirientes, golpes.

· Quitar la palabra o retirar el saludo.

· Amenazar (ya me las va a pagar).

· Tratar con desprecio, tener en menos.

· Hacer sufrir o dejar sufrir.

· Alegrarnos con su desdicha.

· “Sablazos de amor”.

· Desear el mal, o hacer cualquier clase de daño contra una persona, o su honor, bie­nes, salud, derechos, familia, etc.

· Responder con gestos grotescos, mala cara, antipatía.

· Quitar la ayuda o colaboración.

· Calumniar, denigrar, tratar con indiferencia.

· Desear vengarnos.

Durante mi proceso de reeducación emocional he conocido mucha gente con apariencia de bondad y después con el tiempo, fueron revelando las verdaderas intenciones, quizás te ha pasado de conocer a alguien muy majo y después descubres que habla mal de ti por la espalda, estos tipos de personas transmiten una falsa simpatía, son capaces de mirarte a los ojos con la intención de demostrarte confianza y cuando menos esperas te apuñalan, estas personas al principio nos obsequian con halagos (nos hacen la pelota) pero sus corazones están llenos de maldad y lo único que inspiran es el mal.

¿Como puedo defenderme?

Ya sé que no podemos generalizar, sin embargo, cada día somos víctimas de personas crueles, con una agresividad oculta bajo una bondad inexistente, la mayoría solo son buenos para quien les conviene, como en su círculo social, ya que necesitan utilizar una máscara de bondad superficial, estás personas sufren algún tipo de carencia emocional que les hace vivir como si casi todos fueran sus enemigos, están siempre a la defensiva.

Infelizmente, la agresión verbal son heridas menos denunciables en nuestros días, por falta de pruebas y también porque se puede manipular diciendo: “No fui yo quien dije, fue fulanito, pero, yo no te dije esto, has entendido mal”, las personas malvadas saben cómo invertir una historia con la intención de no asumir sus actos, cautivan siempre la mentira, utilizan el victimismo como mecanismo de manipulación emocional.

Para defenderse, primero tienes que identificar la violencia mental que están haciendo contra ti, alejarse por completo y buscar mecanismos de defensa, romper el juego del abusador.

@todos los derechos Reservados: Robson Marins, escritor, bloguero, pensador, estudiante de psicología, amante de la literatura.