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La ventana del tiempo

Como percibimos la espera con la nueva generación impaciente

Chica con reloj

Tenemos una percepción equivocada del tiempo ya que vivimos en una generación donde quieren todo de inmediato.

La mayoría suele darle poca importancia, ya que no son capaces de afrontar los desafíos que la vida les presenta. Es la generación ansiosa que tiene fobia a la espera.

Desde mi punto de vista, evitar el proceso del tiempo es como cocer todo en el microondas, una generación cansada, que espera que todo sea fácil, quiere todo en la mano, les cansa pesquisar, quieren aprender todo sin haber que pasar por todo el proceso de aprendizaje… Necesitamos comprender que cualquier técnica de aprendizaje necesita tiempo y dedicación.

Es importante destacar que el tiempo puede ser tu enemigo o tu compañero, creer que por ser joven tienes demasiado tiempo para hacer después lo que te gusta, es como engañarse a si mismo creyendo que el tiempo te va a esperar, la comodidad nos induce a creer que el tiempo está a nuestro favor cuando no es verdad.

El tiempo no lo cura todo, hay que aprender a vivir con algunas heridas.

En tanto que algunos esperan el tiempo para sanar sus heridas, otros son capaces de vivir con las heridas que tienen, sin permitir que los recuerdos del pasado doloroso les paralicen, son personas decisivas dispuestas a retar a la rutina, ya que nadie puede desafiar al tiempo.

En términos generales no es el tiempo que cura las heridas, sino cuando somos capaces de saltar todo aquello que nos imposibilita de vivir la vida.

La nueva generación se ofende por todo, cree que todo va por ellos, son susceptibles, maleducados, no saben debatir, llenos de falsos valores que no les sirven para nada, ya que solo buscan ser respetados, pero no saben lo que es respetar la opinión de los demás.

La generación Z tiene una estabilidad  muy preocupante ya que son del tipo muy inseguros sufren mucha ansiedad, tienen demasiado estrés e mucha ira acumulada.

Como consecuencia de esto, hasta las mismas personas de otras generaciones se sienten influenciadas por ellos.

Frente a esto muchos no saben controlar los impulsos, poseen conductas de riesgo, no confían en el presente, ya que lo único que les preocupa es el futuro, están rodeados de muchas personas conocidas pero no de amigos de verdad.