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Mudez emocional

Vivir la incomprensión de los demás

Ahogar en silencio es vivir la vida teniendo siempre que sonreír a todos sin poder expresar quién eres realmente, porque siempre te están juzgando y tachándote de mala persona. Llevo años teniendo que comer siempre las miserias de los demás y gracias a la escritura puedo, por lo menos, decir lo que siento sin sentirme culpable.

Cuando eres una persona que nunca tuvo el amor de los padres, pasas a buscar protectores en sitios equivocados. Me voy dando cuenta de que, para ellos, el dolor ajeno es tan bonito de apreciar, que tienen una capacidad inexplicable de hacer que los demás desistan de la vida; son personas que pasivamente te llevan al borde de un suicidio lento y te presionan con sentimientos despectivos a querer suicidarte.

El silencio más difícil es aquel que nos mata lentamente, que nos imposibilita de sentir la vida como debe ser vivida, los ataques son constantes cada día y –te voy ser sincero– nadie tendrá pena por ti, ya que ¿quién se preocupará, si nadie te ha oído llorar? Después de todo, todo el mundo tiene problemas. La vida está llena de destructores del amor propio, cuando te están constantemente machacando, manipulando, buscando alcanzar solo un objetivo: verte en un agujero. La manipulación emocional hacia los demás es un arte que llena el ego del manipulador, ninguno de ellos confesará que se ha equivocado, siempre echará la culpa a alguien y siempre a la persona que tiene algún tipo de una baja autoestima, que ellos mismos han provocado. Las cargas psicológicas del día a día traen consecuencias devastadoras.

Cuántas personas lloran en silencio, viven su dolor a solas, incluso estando acompañados. Cuando es imposible dialogar el sistema nervioso empieza a darte señales de alerta de que algo no está bien y que estás a punto de explotar, el cerebro entonces empieza a darte una información negativa de todo. Cada vez que callamos algo, el cuerpo se convierte en un sistema de alarma: estrés, ansiedad, conductas suicidas, sentimientos de inferioridad y enfermedades psicosomáticas.

Enfermedades psicosomáticas

Imagina que convives con alguien que te está machacando psicológicamente y que no es consciente de lo que hace, ya que utiliza el término “broma” para maltratarte. Sería aquellos que te dicen: Es que te lo tomas todo en serio, solo era una broma. Con el tiempo que llevo viviendo en España, me fui dando cuenta de que unas cuantas personas ironizan con la palabra broma para herir, rebajar y minar la autoestima del otro. Las enfermedades psicosomáticas son aquellas que con el tiempo el cuerpo va manifestando en forma de dolor de cabeza constante, fuerte dolor en la espalda, dolor en el pecho, sensación de cansancio, desconcentración.

No esperes compasión de nadie

Tienes que comprender que en ciertos tipos de conflicto emocional nadie o casi nadie tendrá pena por ti, así que tienes que aprender a usar herramientas suficientes para afrontar este desafío a solas. No sé cuántas cosas tienes calladas, quizás por amor o por necesidad; sin embargo, tienes que buscar una respuesta y muchas veces la tenemos y no conseguimos ejecutarlas por miedo. Las personas manipuladoras solo tienen compasión de su propio círculo.

El dolor del silencio

Nadie, salvo tú, sabe los gritos en silencio que has lanzado por las noches, esos gritos de dolor y desespero que te hacen desear el suicidio, ese llanto lleno de dolor en que muchas veces tienes que ir al lavabo mientras el agua de la ducha se mezcla con tus lágrimas. La humanidad está perdiendo lo que llamamos empatía, ya que hoy me doy cuenta de que algunas personas solo sienten compasión de quien les da la gana.

Señales que alguien está pidiendo ayuda a gritos

Existen personas que son capaces de pedir ayuda cuando están al borde del precipicio; a otras les cuesta mucho y lo único que hacen es lanzar mensajes al aire esperando que alguien les recate. Si eres de los que estás nadando en el mar y, cuando estás al punto de ahogarte, buscas ayuda de un salvavidas, siento decepcionarte, pero pocos consiguen ayuda. Otros con el desespero se rinden y buscan el camino más doloroso que es el suicidio. Pero, ¿por qué digo el camino más doloroso si en la mente de algunos creen que es el camino más fácil? El suicidio provoca tanto dolor al que lo comete como a sus familiares y amigos.

El camino fácil en verdad es un camino de años y años de trabajo emocional para los familiares y amigos que han tenido que quedarse apenas con los recuerdos de alguien que tanto les importaba. Quizás creas que soy cruel en lo que estoy escribiendo, pero por experiencia propia, pocos o muy pocos intentarán salvarte.

Qué camino tomar

Parecerá un cliché, pero el camino más largo y beneficioso es curarte por dentro. Muchas personas hacen el camino de Santiago, meditan, hacen un mogollón de rituales, y aun así siguen heridas por dentro. El sacrificio que necesitas no es caminar a Santiago de Compostela, no es ir a tirar las cartas, hacer rituales y rituales para que todo vaya bien en la vida, es curarte de todo lo que te ha hecho daño, de los traumas infantiles que generan en el adulto inestabilidad emocional. Entonces lo único que te puedo decir es que sanes tu interior, así dejarás de sangrar a otras personas. 

@todos los derechos Reservados: Robson Marins, escritor, bloguero, pensador, estudiante de psicología, amante de la literatura.