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Sueños Inclusivos:

La Lucha de las Madres por una Educación Inclusiva para sus Hijos

La educación inclusiva es un enfoque educativo que busca que todos los estudiantes, independientemente de sus características o necesidades, tengan la oportunidad de aprender y desarrollarse en un entorno seguro y enriquecedor (UNESCO, 2019). En este sentido, las madres pueden desempeñar un papel fundamental en la promoción de la educación inclusiva para sus hijos. Al involucrarse activamente en la educación de sus hijos y defender sus derechos, las madres pueden ayudar a crear un sistema educativo más justo y equitativo para todos.

Muchas madres de niños con discapacidades o necesidades especiales se enfrentan a numerosos obstáculos a la hora de acceder a una educación inclusiva para sus hijos. Desde la falta de recursos y apoyos adecuados en las escuelas hasta la discriminación y el estigma social, las madres se ven obligadas a luchar incansablemente para asegurar que sus hijos reciban la educación que se merecen. La educación inclusiva no solo beneficia a los estudiantes con discapacidades o necesidades especiales, sino que también contribuye a la creación de una sociedad más justa e igualitaria.

Problemática social educativa

Debido a las connotaciones negativas asociadas a la palabra «discapacidad», tenemos la tendencia a evaluar a las personas como «normales» cuando se alejan de lo que consideramos usual. Esta actitud lleva al profesorado a subestimar el potencial del alumno con discapacidad y a creer que no puede alcanzar el mismo nivel de éxito que sus compañeros. Sin embargo, esta creencia es errónea y discriminatoria.

El profesor no debe, en ningún caso, excluir al estudiante con necesidades educativas de las mismas actividades físicas que sus compañeros. Por el contrario, debe adaptar las actividades para que todos los estudiantes puedan participar de manera inclusiva.

Desconexión escolar

En el complejo entramado del sistema educativo, las actitudes negativas hacia las personas con necesidades especiales emergen como un factor significativo que conduce a la desconexión escolar. Este fenómeno, que abarca desde el bajo rendimiento académico hasta problemas de conducta y trastornos parciales, revela las profundas grietas en el tejido de inclusión y apoyo dentro de nuestras instituciones educativas.

La estigmatización y la discriminación, lamentablemente arraigadas en algunos entornos escolares, ejercen una presión invisible pero poderosa sobre aquellos estudiantes que enfrentan desafíos particulares. Desde la mirada prejuiciosa del compañero de clase hasta la falta de recursos y capacitación para los educadores, cada obstáculo contribuye a un clima que socava el bienestar y el progreso de estos jóvenes.

El bajo rendimiento académico, a menudo una manifestación de la falta de apoyo adecuado y la discriminación sutil pero perniciosa, refleja no solo la incapacidad del sistema para adaptarse a diversas necesidades, sino también la falta de una cultura inclusiva arraigada en la aceptación y la empatía.

Los sujetos con problemas de conducta, a menudo marginados y malinterpretados, enfrentan un doble desafío al intentar integrarse en un entorno escolar que a menudo carece de las herramientas necesarias para abordar sus necesidades únicas. La falta de comprensión y de estrategias efectivas de intervención puede resultar en una espiral descendente de frustración y desvinculación, perpetuando así el ciclo de la desconexión escolar.

Los trastornos parciales, tales como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o el trastorno del espectro autista (TEA), añaden una capa adicional de complejidad a este panorama. La necesidad de adaptaciones y apoyos específicos no siempre se reconoce ni se satisface, dejando a estos estudiantes vulnerables a la sensación de alienación y a la falta de participación significativa en su experiencia educativa.

En última instancia, la desconexión escolar no solo representa una crisis individual para aquellos que luchan por encontrar su lugar en el sistema educativo, sino también un fracaso colectivo que socava los principios fundamentales de equidad y oportunidad para todos los estudiantes. Requerirá un esfuerzo concertado, tanto a nivel institucional como social, para abordar estas cuestiones subyacentes y cultivar un entorno donde cada estudiante pueda florecer y alcanzar su máximo potencial.

Dificultades académicas:

  • Lectura: Pueden tener dificultades para leer con fluidez, comprender lo que leen o recordar lo que han leído.
  • Escritura: Pueden tener dificultades para escribir de forma correcta, organizar sus ideas o expresar sus pensamientos por escrito.
  • Matemáticas: Pueden tener dificultades para comprender conceptos matemáticos, realizar cálculos o resolver problemas.
  • Organización y planificación: Pueden tener dificultades para organizar sus tareas, apuntes y materiales escolares.
  • Memoria: Pueden tener dificultades para recordar información, instrucciones o fechas importantes.
  • Atención y concentración: Pueden tener dificultades para prestar atención en clase, seguir instrucciones o completar tareas largas.

Desafíos emocionales y sociales:

  • Baja autoestima: Pueden sentirse avergonzados o frustrados por sus dificultades de aprendizaje, lo que puede afectar su autoestima.
  • Ansiedad y estrés: Pueden sentir ansiedad por el rendimiento escolar o por las interacciones sociales.
  • Depresión: En algunos casos, los estudiantes con dificultades de aprendizaje pueden desarrollar depresión.
  • Dificultades para hacer amigos: Pueden tener dificultades para relacionarse con sus compañeros y hacer amigos.
  • Acoso escolar: Pueden ser víctimas de acoso escolar por parte de sus compañeros.

Es importante destacar que:

  • No todos los estudiantes con dificultades de aprendizaje enfrentan todos estos desafíos. La gravedad y el tipo de desafíos que enfrenta cada estudiante varía en función de sus necesidades individuales.
  • Con el apoyo adecuado, los estudiantes con dificultades de aprendizaje pueden superar estos desafíos y alcanzar su máximo potencial.

La visión de las madres de niños con discapacidad

La lucha de las madres por una educación inclusiva para sus hijos es un acto de amor, valentía y determinación. Son ellas las que impulsan el cambio y luchan por un mundo más inclusivo y equitativo para todos. Es importante reconocer y valorar su trabajo, y apoyar sus esfuerzos para garantizar que todos los niños tengan la oportunidad de desarrollar todo su potencial y convertirse en ciudadanos activos y participativos de la sociedad, pero ellas mismas enfrentan algunas limitaciones.

Niños sin apoyo de padres no escolarizados

La situación de niños que carecen del apoyo educativo adecuado por parte de sus padres, quienes a su vez no han tenido la oportunidad de recibir una educación formal debido a circunstancias como la necesidad de trabajar para subsistir, plantea una serie de desafíos multifacéticos que inciden directamente en su desarrollo integral y en las perspectivas que tendrán en el futuro.

Cuando un padre o una madre no tuvo la oportunidad de acceder a la educación formal, ya sea por limitaciones económicas o por la necesidad de trabajar desde temprana edad, es probable que carezcan de las herramientas y conocimientos necesarios para brindar un apoyo educativo efectivo a sus hijos. Esto crea un ciclo difícil de romper, donde la falta de educación de los padres perpetúa la falta de oportunidades educativas para sus hijos. Además, esta situación puede generar un ambiente familiar donde la importancia de la educación no se valora o se percibe como inalcanzable, lo que dificulta aún más el proceso de aprendizaje y desarrollo de los niños.

Por tanto, es fundamental implementar estrategias que no solo brinden apoyo educativo a los niños, sino que también empoderen a los padres con herramientas y recursos para involucrarse de manera activa en la educación de sus hijos, rompiendo así el ciclo de desventaja educativa.

Palabras-chave: Educación especial; inclusión; ciudadanía.

Referencias:

Mata, F. S. (2005). Bases psicopedagógicas de la educación especial / Francisco Salvador Mata, coordinador. Ediciones Aljibe.

Formación Académica

Robson Marins De Abreu es un apasionado de la psicología y la filosofía, cuyos conocimientos abarcan diversas áreas, incluyendo la psicoanálisis, la educación especial, la psicología existencial, la educación infantil y el análisis del comportamiento aplicado (ABA). Con una sólida formación académica y una amplia experiencia en el campo, Marins se destaca como escritor, bloguero, pensador y podcaster comprometido con el bienestar y el desarrollo de las personas con discapacidad. Su enfoque reflexivo y compasivo brinda una perspectiva única y esclarecedora sobre el viaje psicológico de quienes enfrentan desafíos únicos en la vida.

  • Grado en Educación Social (UOC – Universitat Oberta de Catalunya)
  • Licenciatura en Filosofía (Faculdade Única)
  • Licenciatura en Educación Especial (Faculdade Única)
  • Tecnólogo en Marketing (Faculdade Única)