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Tipos de relaciones

Los estilos afectivos

Infelizmente hoy en día para relacionarse con alguien se necesita a veces tener mucho cuidado, ya que hay un gran número de buitres desesperados por destrozar y manipular, personas que en un prin­cipio aparentan ser buenas personas cuando en verdad tienen una personalidad o un carácter muy fuerte, con alguna psicopatía que prefieren ocultar.

Juzgamos a los locos, cuando hay personas peo­res que los que están en un psiquiátrico. Son los que aparentan ser amables, de buen corazón, ocultando algún interés tanto financie­ro como algún deseo de manipulación emocional. La culpa no es del amor y sí de la atracción, la atracción nos descarrilla hacién­donos creer que es amor cuando no lo es. Todos tenemos algún estilo afectivo, unos menos y otros más. A continuación, describo algunos de estos estilos, a ver si te identificas con alguno de ellos.

1.- El obsesivo

El estilo obsesivo es aquel que necesita tener todo el control con demasiada frecuencia, quiere saber a quién estás llamando por teléfono, preguntando donde estás y con quién, por qué tardas tanto en llegar a casa, necesita mirar lo que escribes en el móvil u ordenador, interrogando siempre para saber a quién escribes y que estás escribiendo. Son capaces de manipular a sus víctimas quitando por completo su libre arbitrio.

No permite en ningún momento que la otra persona tenga un mínimo de privacidad, poniendo normas y reglas. Normalmente son personas insegu­ras que disfrazan un falso victimismo dando la excusa de que una antigua pareja le había sido infiel.

En uno de esos aplicativos de relaciones conocí a un chico que al principio aparentaba ser muy buena persona, el único problema era que su falta de seguridad me molestaba pues cuan­do usaba el WhatsApp ponía en modo oculto para que nadie supiera la ultima hora que me había conectado, entonces luego empezaba con sus juegos de preguntar con quién estaba hablan­do y sobre qué estaba hablando, al principio me hacía gracia hasta que quedamos en pasar un final de semana juntos y con­fieso que fue una de las experiencias que no deseo volver a pasar.

Cada vez que recibía un mensaje, tanto por WhatsApp como por correo electrónico, él quería leer. Y cuando yo entraba en mi portátil para escribir algún correo electrónico venía para mi­rar y preguntar a quién estaba escribiendo, hasta que llegó a un punto que le dije que no me hacía gracia lo que estaba haciendo, al final me hizo sentir como si la culpa fuera mía.

Su obsesión era tan enfermiza que recuerdo que me dijo que la noche an­terior mi ex le había escrito preguntando si él estaba conmigo, cuando la verdad jamás hubiera dado el número de teléfono de mi ex a nadie, no sé lo que buscaba, solo me quedé en silencio y le dejé hablar, estuvo diciendo un mogollón de tonterías sin sentido. Cuando terminó apenas le dije que me marchaba y me fui, me envió un par de mensajes para que volviera y lo único que hice fue ignorarle.

2.- El Violento

El carácter violento es muy peligroso porque la persona violenta te hará daño y después te hará pensar que está arrepentido cuan­do en la verdad no lo está. Al principio se desata con palabras en tono despectivo, intentando intimidar y causando miedo a su víctima.

Hace comentarios en tono alto y llenos de ironía y están siempre a la defensiva. Su objetivo es hacer sentir mal a su víctima y después de este paso viene entonces el romper cosas. Muchas veces estar con una persona violenta nos impide tener una comunicación sana y normal ya que no se puede decir nada porque esta persona se sentirá ofendida, no importa si es una crí­tica constructiva. Es imposible controlar a una persona violenta y por eso lo mejor que debes hacer es alejarte y evitar a toda costa discutir, porque acabarás agotado y al final vencido.

3.- El inseguro

Una persona insegura te hará sentir como si tú fueras su padre/madre. Es el típico que no sabe tomar sus propias decisiones y necesita a alguien que se responsabilice. Cuando le preguntas si quiere algo siempre te va a contestar que lo decidas todo por él/ella. No creo que sean personas peligrosas, pero a veces cansa es­tar con personas con esta personalidad ya que no son capaces de decidir nada por sí mismos.

4.- El vigilante

El típico vigilante es el que se hace el tonto, pero está todo el rato intentando saber lo que estás haciendo. Espera que su pareja duerma y empieza a mirar sus cosas buscando cualquier índice de infidelidad, normalmente son personas inseguras que creen que todos son iguales.

5.- El controlador

El controlador es el que pondrá reglas a todo, te dirá al principio que lo que hace es para hacerte sentir seguro, cuando en verdad lo que busca es manipularte y controlarte, hacer de ti su marioneta. La actuación de un controlador es paternal intentando aislar a su víctima con la excusa de que las personas son malas y no quiere que nadie le haga daño. La falsa simpatía de un controlador hace que su víctima se sienta confusa muchas veces y por eso es incapaz de darse cuenta de que está siendo manipulado/a.

Algunos ejemplos de una persona controladora:

– No le gusta que estés conectado a las redes sociales

– Cuando estás conectado a WhatsApp quiere saber con quién estás hablando y sobre qué.

– Dirá que no le gustan algunos tipos de amigos que tienes e intentará manipularte diciendo que no son buenas personas.

– Quiere que le cuentes todo lo que sepas sobre tus amigos incluso cosas personales.

– Juzga siempre a los demás incluso sin conocerlos

– Ponen reglas para todo.

– Cuando están cabreados siempre responsabilizan y recrimi­nan a otras personas por su enfado.

– Creen que los demás son incapaces de hacer lo que él hace.

6.- El mentiroso

El mentiroso necesita transformar o quizás fantasear una situación de su vida a algo que no es real para captar la atención. Las personas mentirosas son fáciles de ser detectadas ya que el mentiroso se olvida siempre de la mentira que ha contado. El mentiroso tiene una con­ducta repetitiva, cuando conocemos a alguien por las redes sociales ya sabemos el peligro de distinguir si la persona que está al otro lado de la pantalla está diciendo la verdad o te está vendiendo la moto, ya que hay muchos mentirosos que consiguen pasar desapercibi­dos.

Los mitómanos muchas veces tienen una inteligencia intelec­tual que atrae la atención de sus víctimas, saben hablar de cualquier tema, y cuando hablan de sí mismos siempre exageran. Pero veo que muchos gays caen en la trampa y se lo creen solo porque una perso­na tiene un perfil morboso (buen físico, una cara guapa…)

7.-El manipulador

Hay el típico manipulador que creo que ya conoces y es el ma­nipulador emocional. La manipulación es algo con la que convi­vimos, tanto en el ámbito familiar, escolar o en la amistad, pero debemos tener cuidado cuando la manipulación afecta nuestra autoestima haciéndonos creer que no somos capaces de hacer nada sin la orientación de alguien. El típico manipulador emo­cional hará que te sientas culpable por todo, pondrá en duda tus capacidades intelectuales, muchas veces hará que te sientas perdi­do, como que si no tuvieras el control de tu vida.

Manipulará a otras personas con la mentira inducida, dicien­do que tú eres mala persona, el manipulador siempre contará su versión de una historia que quizás no sea verdad, muchos buscan causar tristeza, inseguridad, miedo.

8.- El dramático

Cuando se habla de una persona dramática siempre nos viene a la mente una persona que llora todo el rato, pero las personas dramá­ticas son las que viven del caos y de grandes tormentas, no creo que ellas busquen ser el centro del universo, lo que buscan es apenas la atención de su pareja, muchas veces no damos importancia a algo que para el dramático es como si fuera una tragedia, el dramático hará que sientas necesidad de estar al cien por cien con él/ella.

9.-El despreocupado

Estar con una persona despreocupada a veces causa estrés y tam­bién te da la sensación de que su pareja no le importa con las co­sas que le pasan, ya que el despreocupado no tiene la personalidad del manipulador, controlador y vigilante. Al despreocupado le dará igual con quien hables. La mayoría de las personas con algún problema emocional buscan ser protegidos y necesitan atención y cuando encuentran una persona despreocupada creen que es fría y distante cuando la verdad no lo es.

Estar con una persona despreocupada es mucho mejor que con las manipuladoras, vio­lentas, vigilantes etc. Son personas muchas veces seguras de lo que quieren e incluso con sus parejas, tienen más confianza, esta­bilidad emocional y cuando sienten celos saben cómo controlar. Jamás verás una persona despreocupada quejándose todo el rato de todo y de todos.

10.- El celoso

La mayoría de las personas celosas tienen miedo a perder su pare­ja. Tener celos es normal pero cuando se vuelve obsesivo entonces ya es un problema. La persona celosa puede llegar a tener un carácter controlador, violento, ya que se sienten inseguros y esta inseguridad es falta de confianza en sí mismo. Amar es confiar, respetar, comprender que mi pareja no es mi propiedad.

 11.- El posesivo

Las personas posesivas son muy dominantes, tienen a veces los mismos rasgos del controlador, porque desea saber con quién te relacionas tanto física como virtualmente, no te permite respirar ni un segundo. La cabeza de una persona posesiva es como un re­loj que está constantemente pensando que le estás engañando, es tan agotador para él/ella mismo porque no consiguen descansar, son incapaces de creer en todo lo que les dicen.

La desconfianza es constante y su sentimiento autodestructivo le impide ser una persona feliz y realizada en una relación.

Las personas posesivas quizás demuestren un cierto tipo de empatía y alegría que dura muy poco, ya que están constante­mente amargadas y por eso necesitan amargar a los demás.

12.- El sumiso

Infelizmente en el mundo gay usan la palabra sumiso con el sentido de sadomasoquismo, ya que la definición para una persona sumisa es de dulzura, obediente, en el sentido pa­triarcal la mujer siempre fue tomada como la sumisa, que está hecha solamente para tener hijos y cuidar del hogar, cuando sabemos que no es verdad. Creo que esta confusión mental es la que perjudica muchas veces a algunos gays que buscan ser sumisos, pero en el sentido de humillación.

Confunden la humildad con sumisión, meadas, golpes, defecar, etc… A veces no comprendo las relaciones sumisas, como por ejemplo ser capaz de ver a mi pareja follando a otra persona, algunos quizás lo acepten por miedo a perder a la persona que creen que aman. Una persona sumisa siempre permitirá todo sin quejarse, pero no creo que todo sumiso, de verdad, lo acepte durante mucho tiempo.

La evitación

Quizás hayas conocido a alguien que le cueste expresar lo que sien­te, personas que no lloran bajo ningún concepto, tienen miedo de decir lo que sienten para no herir a nadie, estos tipos de personas van siempre con cautela, pero su único problema es cuando tienen que demostrar afecto, a veces les cuesta mucho y esto hace que la otra pareja tenga la sensación de que no le quiere, que es fría.

Muchas veces son personas que tienen algún trauma familiar, no recibió el cariño de su madre/padre, tienen miedo de demostrar lo que sienten y después ser abandonado. Tienes que intentar com­prender a la persona con problemas de evitación porque tengo claro que cuando se sienta segura ya no será la misma.

14.- El cara dura

La persona cara dura siempre va por la vida buscando sacar algún provecho financiero, creyendo que los demás están obligados a sa­tisfacer todas sus necesidades, muchas de estas personas utilizan el aspecto que tienen creyendo que hacen un favor, son personas con una autoestima muy elevada y creen que por donde pasan van a aca­parar todas las miradas y que es el típico que no pasa desapercibido. Siempre quiere ser invitado, jamás pagará un duro en una cita.

Los estilos de enfermedades mentales

Cuando se habla de enfermedad mental algunas personas se que­dan pensando que es el típico loco que está en un psiquiátrico, que posee una discapacidad para relacionarse con las demás personas, pero la verdad es que hay mucha gente con algún tipo de trastorno que quizás tu no lo sepas. La sociedad siempre cree que una perso­na es violenta porque sufre algún tipo de enfermedad mental, pero creo que tener una enfermedad mental no justifica la violencia. Así que identifiquemos ahora algunos de estos trastornos.

1.- Esquizofrenia

Las personas con esquizofrenia sufren alucinación, están cons­tantemente fuera de su realidad, tienen pensamientos que les ha­cen creer que la gente quiere hacerles daño, están llenos de falsas creencias por su patología (no las creencias que nos han enseña­do). El 1% de la población sufre de esquizofrenia. No creo que solo el entorno social haga que una persona sea esquizofrénica, pienso que es algo más bien genético que puede aparecer en se­gún que situaciones.

Los síntomas:

– Delirios

– Alucinación

– Pensamientos rápidos

– Una percepción equivocada de sí mismo.

– Dificultades para expresar emociones

– Manías persecutorias

– Exaltación religiosa

– Aislamiento

– Trastorno bipolar

Es uno de los trastornos más comunes, pueden durar días o me­ses, son personas incapaces de estar en algún trabajo fijo, fracasan a veces en los estudios, en las relaciones amistosas y amorosas. A veces se puede confundir con un trastorno de personalidad, ya que hay síntomas comunes o muy parecidos. En el trastorno bipolar se dan procesos diversos entre bajones emocionales con episodios depresivos intensos alternando con episodios hipoma­níacos y euforias descontroladas.

3.- Trastorno depresivo

Hay que comprender lo que es la depresión ya que a veces es normal sentirse sin ganas de hacer nada. En cambio, el trastorno depresivo es algo fácil de detectar, y creo que es algo que también puede ser genético y causado por algún trauma en la infancia.

La exigencia social te puede llegar a causar un trastorno de­presivo, la mayoría de las personas con depresión tienen una baja autoestima.

Síntomas:

– Tristeza

– Aislamiento

– Miedo a la muerte

– Falta de interés, tanto físico como sexual.

– Perdida de energía, se siente muy cansado.

– Falta de apetito

– Aumento de apetito (por la ansiedad)

– Ansiedad

– Pensamientos suicidas

Entrar en una relación con una persona depresiva es algo que se debe de tener muy claro, si eres del tipo Santa Madre Teresa de Calcuta, ya que hay personas llenas de problemas emocionales que creen que si tienen una persona con los mismos síntomas que ella será más fácil la convivencia, sin comprender que una per­sona con cualquiera de los tipos de problemas tanto emocional como psicológico necesitan mucha paciencia y mucho equilibrio emocional.

4.- Trastorno de ansiedad

Sentirse ansioso es normal en algunas ocasiones, pero cuando sientes que no hay control puede ser por algún trastorno de an­siedad. La ansiedad hace sentir taquicardia, una sensación de des­espero que parece que perderás el control por completo. Cuando tenemos miedo a algún tipo de desafío nos sentimos ansiosos.

Síntomas:

– Preocupación constante

– Pensar demasiado imaginando siempre que pase lo peor.

– Mucha indecisión.

– Incapacidad para olvidar algo que muchas carecen de importancia.

– No consigue relajarse.

5.- Trastorno obsesivo

Las personas con trastorno obsesivo muchas veces llegan a idola­trar a su pareja, tienen celos constantes y desconfían de todo, es­tán llenas de resentimientos y son incapaces de perdonar. Si crees que tu pareja te agobia, al punto de sentir que no puedes respirar y que tienes que ser el centro de su universo es porque él/ella está obsesionado. La persona con trastorno obsesivo no tiene idea de lo que es amar de verdad y por esto muchas veces se porta como un animal a punto de atacar si alguien se acerca a ti.

El celoso es el típico que puede verte hablando con alguien y después empezar a hacerte un mogollón de preguntas, ya que el obsesivo, da igual donde estés, “montará un pollo” con la única intención de alejar a otras personas de ti.

Los estilos de enfermedades mentales

Cuando se habla de enfermedad mental algunas personas se que­dan pensando que es el típico loco que está en un psiquiátrico, que posee una discapacidad para relacionarse con las demás personas, pero la verdad es que hay mucha gente con algún tipo de trastorno que quizás tu no lo sepas. La sociedad siempre cree que una perso­na es violenta porque sufre algún tipo de enfermedad mental, pero creo que tener una enfermedad mental no justifica la violencia. Así que identifiquemos ahora algunos de estos trastornos.

1.- Esquizofrenia

Las personas con esquizofrenia sufren alucinación, están cons­tantemente fuera de su realidad, tienen pensamientos que les ha­cen creer que la gente quiere hacerles daño, están llenos de falsas creencias por su patología (no las creencias que nos han enseña­do). El 1% de la población sufre de esquizofrenia. No creo que solo el entorno social haga que una persona sea esquizofrénica, pienso que es algo más bien genético que puede aparecer en se­gún que situaciones.

Los síntomas:

– Delirios

– Alucinación

– Pensamientos rápidos

– Una percepción equivocada de sí mismo.

– Dificultades para expresar emociones

– Manías persecutorias

– Exaltación religiosa

– Aislamiento

@todos los derechos Reservados: Robson Marins, escritor, bloguero, pensador, estudiante de psicología, amante de la literatura.