cuando decir “no” también es salud mental

El trabajo debería ser un espacio de crecimiento, aprendizaje y respeto mutuo. Sin embargo, en muchos entornos laborales, especialmente donde hay jerarquías muy marcadas, los límites entre diálogo y manipulación se desdibujan. Esto ocurre cuando jefes o supervisores utilizan la “comunicación” como herramienta para presionar, controlar o abusar del tiempo y la buena voluntad de empleados o personas en prácticas.
🛠️ ¿Qué es la gestión de conflictos en el trabajo?
La gestión de conflictos en el entorno laboral implica resolver desacuerdos de forma justa, abierta y respetuosa. Implica diálogo, empatía y búsqueda de acuerdos reales. Pero cuando uno de los lados tiene más poder –como un jefe frente a un trabajador o practicante– ese “diálogo” puede dejar de ser genuino y convertirse en una forma encubierta de presión.
⚠️ Cuando los jefes manipulan a través del «diálogo»
No siempre la manipulación laboral se presenta con gritos o amenazas. A veces se esconde detrás de frases aparentemente inocentes como:
- “¿Podrías quedarte unas horitas más? Contamos contigo.”
- “Mira que hay muchos que darían lo que fuera por estar en tu lugar.”
- “Sé que no te corresponde, pero necesitamos a alguien comprometido.”
- “Esto no lo pagan, pero te va a servir mucho en tu formación.”
Este tipo de frases apelan a la culpa, al miedo o al deseo de agradar, especialmente en personas jóvenes, en prácticas o con contratos inestables.
🧩 Señales de manipulación laboral
- Te piden hacer tareas fuera de tus responsabilidades sin compensación.
- Te hacen sentir que debes agradecer constantemente por tener ese puesto.
- Se generan expectativas de disponibilidad total, incluso fuera del horario laboral.
- Cuando pones un límite, se te tacha de poco colaborador/a o “conflictivo/a”.
- Hay una presión emocional constante bajo la excusa de “formación” o “trabajo en equipo”.
Este tipo de manipulación no solo es injusta: también es dañina para la salud mental. Puede generar ansiedad, agotamiento, culpa, baja autoestima y síndrome del impostor.
💡 ¿Qué hacer si estás en esta situación?
- Reconoce la manipulación: identificarla es el primer paso para protegerte.
- Valora tu tiempo y tus límites: no todo lo que te piden es razonable solo porque viene de alguien con autoridad.
- Habla con claridad: puedes ser firme y respetuoso/a al mismo tiempo. Decir “no puedo quedarme hoy” no te hace menos profesional.
- Busca apoyo: otros compañeros pueden estar pasando por lo mismo. Unir voces puede marcar la diferencia.
- Cuida tu salud mental: si te sientes sobrepasado/a, hablar con un psicólogo puede ayudarte a poner las cosas en perspectiva y fortalecer tu autoestima.
🌱 Poner límites también es profesional
En un ambiente laboral sano, el respeto no es solo hacia arriba en la jerarquía: también debe ser horizontal y hacia quienes están aprendiendo o recién empezando. Decir «no» cuando algo es injusto, abusivo o manipulador, no es rebeldía: es autocuidado.
Tu tiempo, tu energía y tu bienestar importan. Ningún “espíritu de equipo” debería exigir que te olvides de ti mismo/a para cumplir con lo que otros quieren. Un entorno profesional real no necesita manipulación, sino claridad, respeto y acuerdos justos.