BLOG _ ROB

¿A quién perdonar?

Lo que más cuesta en esta vida es perdonarse a uno mismo, ya que siempre nos sentimos culpables de algo, debemos primero perdonarnos a nosotros, y cuando empecemos a sentir el perdón, podremos perdonar a los demás.

El perdón tiene que ser un acto de voluntad y amor sin ningún tipo de cinismo o manipulación.

Hay personas que usan el perdón como manipulación, para conseguir lo que desean.

¿Entonces cómo debo pedir perdón? Primero con sinceridad, el falso perdón no lleva a lugar alguno.

¿Por qué debo perdonarme a mí mismo?  Por las innumerables veces que te has saboteado para agradar a los demás.

  1. Perdonar por no haber conseguido los objetivos que tanto deseabas.
  2. Aceptar quién eres.
  3. Aceptar la familia que tienes.
  4. Perdonarse porque no has conseguido mejores oportunidades en esta vida.

Cuantos caminos espirituales has probado en busca del perdón, quizá el camino de Santiago, el esoterismo, contacto con plantas alucinógenas como la ayahuasca, mantras, el yoga, y los sin fin de técnicas que hay hoy en día, P.N.L., consulta con coaching, terapias naturales y holísticas y sigues aun sin avanzar. 

Te has gastado todos los ahorros buscando un terapeuta y lo único que escuchas es que es un proceso lento y poco a poco y pasan los años y no notas cambio alguno.

El camino del perdón es esto, primero sanar la herida que te han hecho o quizá has hecho tú mismo, es igual que una herida física, debes limpiar toda la zona para que no se infecte, si no cuidamos de nuestras heridas espirituales ahora pueden llegar a infectar todo nuestro cuerpo.

Evita palabras como:

  • Soy diferente.
  • Nadie sufre tanto como yo.
  • Estoy solo.
  • Soy feo
  • ¿Qué sentido tiene la vida?
  • Nadie me quiere.

¿Cuánto tiempo hace, que llevas el yugo del pasado? Las heridas aún no están curadas, pasas todo el tiempo lastimándote, sientes que te han abandonado, que fueron injustos contigo y sientes el profundo desprecio de saber que algunas personas están mucho mejor que tú.


Ocultas tu dolor con una sonrisa, a veces hasta llegas a pedir a Dios que ponga fin a tu vida, pues crees que nada más tiene sentido.

¿Pero cómo librarse del yugo del pasado, del rencor, del miedo, la soledad y depresión?

Primero debes aprender a aceptar la situación, no es fácil, pero sepas que mientras vivas aprisionado a este sentimiento no podrás ser feliz.

Cuantas personas dicen: Me gustaría ser feliz.
La verdad es que la felicidad se conquista, no se desea, debes soltar las ataduras, las cadenas que te impiden proseguir.

Deja, salta, permite que marche esta sensación de vacío, no esperes justicia de nadie, ni de Dios, libérate, cuando alguna persona te hace daño, es porque esta persona es insegura y te ha esclavizado para sentirse importante.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *