Si me preguntan qué tiempo escogería, si el romanticismo o el racionalismo, contestaría mi tiempo, pues es donde debo estar.
Es bonita toda esta alegoría, felizmente no puedo volver al pasado y si corrijo mis errores, entonces no tendré nada de qué vanagloriarme fueron ellos los que me hicieron fuerte para soportar cualquier problema.
¿Amor o espejismo?
Está muy claro que la mayoría vive en pleno espejismo, deduciendo que es amor. Las parejas de conveniencia son como la estación invernal, fría, y pasan dejando terribles consecuencias.
Amores excéntricos
Son de estos tipos de relaciones que buscan destacar, llamar la atención, causar envidia a los otros, como si fueran la pareja perfecta, fuera de casa, pues de puertas para dentro casi se matan.
Cuando pienso en este amor tan inmenso que es el ágape, me hace recordar los días tan lindos que tuve con mis grandes amigos; la frontera racial no existía, repartíamos lo que teníamos sin después decir nada. Éramos como la madre que defiende a su cría, lo que pasaba con uno era como si pasara con todos, nos defendíamos.
El amor ágape no te pide para lanzarte al abismo, solo que acompañes a la persona que amas en los momentos difíciles.
Amar no es manipular, no es comprar a la otra persona, es darse sin temor; la libertad de la que hablo es que tanto él/ella tiene sus amigos y eso no debe interferir en vuestras vidas. Las mentiras son que yo debo dejar mis amigos, mientras ella/él sigue con los suyos.
Sepa una cosa: siempre culpamos a la otra persona, por nuestros fracasos emocionales, cuando hemos sido nosotros mismos los que les hemos dado el poder sobre nuestras vidas.