
La identificación proyectiva es un concepto fundamental en la teoría psicoanalítica, establecido inicialmente por Melanie Klein (Suñer-Rabaud, 2020) Este mecanismo de defensa inconsciente implica que una persona “proyecta” aspectos de sí misma sobre otra persona, con el objetivo de controlarlos o dañarlos. En otras palabras, cuando un individuo tiene sentimientos o emociones que le resultan incómodos, como la ira, la envidia o la frustración, puede tener la tendencia de atribuir esos sentimientos a otra persona, haciéndola parecer enojada o irracional, y así poder intentar controlarla o regularla. (Zambón, 2016)
Diferenciación de la proyección y la identificación proyectiva
Es importante distinguir la identificación proyectiva de la simple proyección psicológica. La proyección consiste en atribuir a otros los propios pensamientos, sentimientos o deseos, mientras que la identificación proyectiva implica un paso adicional de intentar controlar o influir en el otro a través de esa atribución (Jureidini, 1990).
El sujeto deposita partes de sí mismo en el otro, buscando que este las contenga y actúe en consecuencia. Se genera una interacción compleja donde el otro puede llegar a sentir y actuar de acuerdo con lo proyectado. Puede ser una forma de manipulación inconsciente.
Carlos, un joven estudiante universitario, fue invitado a cenar a casa de Laura, una compañera de clase. Mientras disfrutaban de la comida y la conversación, llegó Andrés, un amigo en común y su novia.
Al poco tiempo de llegar, Laura empezó a hablar sobre la novia de Andrés con un tono despectivo, comentaba sobre su forma de vestir, como comía en la mesa, su manera de hablar. Carlos se sentía incómodo, pues no conocía a la novia de Andrés y le parecía injusto que Laura hablara de ella así sin conocerla.
Sofía, que sí conocía a la chica, intentó cambiar de tema, pero Laura insistía en sus comentarios negativos. «Es que no la soporto», «siempre está llamando la atención, es tan superficial».
Carlos, analizando la situación, se dio cuenta de que Laura podría estar proyectando sus propias inseguridades en la chica. Quizás ella se sentía intimidada por su inseguridad o envidiaba su manera de ser. Al criticarla, intentaba rebajarla y sentirse superior.
En este caso, no se trata de identificación proyectiva, sino de proyección. Laura atribuye a la chica características negativas que podrían reflejar sus propios complejos o miedos. No busca controlarla ni manipularla directamente, sino más bien defenderse de sus propias inseguridades desacreditándola.
Este tipo de proyección es común en las interacciones sociales. A veces, criticamos en los demás aspectos que no nos gustan de nosotros mismos. Es importante ser conscientes de este mecanismo para evitar juicios injustos y relacionarnos con los demás de forma más comprensiva y empática.