Un sueño sobre la desilusión y la fragilidad de las relaciones

Los sueños, esos paisajes oníricos que recorro cada noche, muchas veces me confrontan con emociones y situaciones que parecen escapar a mi comprensión. Sin embargo, en esas imágenes aparentemente caóticas, encontró profundas verdades sobre mis relaciones, mis miedos y mis inseguridades.
Un sueño reciente me llevó a reflexionar sobre la fragilidad de las relaciones humanas y la desilusión que siento cuando descubro que alguien no es quien pensaba que era. En este sueño, me encontraba rodeado de un grupo de personas, pero había una figura que destacaba sobre los demás.
Era alguien con quien sentía cierta cercanía. Sin embargo, esta persona hablaba de mí con los demás, y esa traición me generó una profunda frustración. En el sueño, reaccioné golpeándole las piernas con un palo, pero, para mi sorpresa, descubrí que eran prótesis. En lugar de mostrar vulnerabilidad, la persona las sacaba y, con una actitud de superioridad, me decía que no podría lastimarle, como si eso la hiciera más fuerte que yo.
Había dos niñas que me consolaban, añade otro matiz al sueño. No tienes la culpa, me decían, y esas palabras resonaban en mi interior como un bálsamo. Este elemento sugiere la posibilidad de cargar con culpas o responsabilidades que no nos corresponden, heridas del pasado que aún no han sanado, o de estar en relacionamientos tóxicos que nos hacen creer que somos los culpables.
Esa imagen de las prótesis me dejó pensando en la artificialidad y la dinámica de poder que a veces surgen en nuestras relaciones. ¿Era esa actitud una máscara para ocultar su verdadera vulnerabilidad? ¿O tal vez era una forma de reafirmar que no podía ser herida, incluso cuando yo intentaba confrontarla?
La frustración y el llanto que experimenté en el sueño parecían un reflejo de la impotencia que siento al enfrentar a personas que proyectan una falsa fortaleza, esas que esconden sus debilidades tras una fachada impenetrable. Es como si, al intentar mostrar mi dolor o exigir una respuesta, me enfrentará a un muro que se burla de mi esfuerzo.
Este sueño me invita a reflexionar sobre la importancia de construir relaciones auténticas y equilibradas, en las que no haya lugar para juegos de poder ni máscaras que oculten quiénes somos realmente. Me recuerda que las apariencias engañan y que necesito aprender a leer las señales para reconocer la verdadera esencia de quienes me rodean.