La conexión emocional es un terreno desconocido para muchos, ya que identificar e interpretar las emociones puede producir un conflicto, tanto racional como emocional. Evadirlas es lo que la mayoría hace por miedo.
¿Qué siento en este momento? No es solo saber responder, sino buscar una forma de buscar la solución sin juzgarte.
Es imposible deshacerse de las emociones, porque forma parte de nuestra naturaleza humana, lo único que tenemos que hacer es actuar con la razón, sin permitir que la emoción nos sabotee. Las personas que son rápidas en responder muchas veces es porque pueden tener un cierto tipo de conocimiento, pero no inteligencia emocional y que según ellas no importa tu punto de vista, lo que ellos dicen es la verdad absoluta.
Trasformar los errores en aprendizaje es para pocos, ya que la gran mayoría prefiere vivir llenos de rencores, rabia, ira…
Refugiarse en una falsa tranquilidad es intentar camuflar las emociones para que las demás personas te vean como una buena persona y no como eres en realidad. Todos tenemos un lado oculto y es normal, el problema es cuando creamos ciertos tipos de personajes para intentar camuflar lo que somos de verdad.
Hace poco me he dado cuenta de cosas que antes me afectaban y ahora ya no me afectan tanto, pero sigo con mi “cruzada”. Es como los que hacen el Camino de Santiago de Compostela para conectar de alguna forma con el lado más espiritual. Hoy pienso que el camino más largo que deberíamos trazar es el de nuestras emociones. ¿Cómo puedo contactar con el lado espiritual, si mi lado emocional es como un campo minado?
¿Y si pones un poco de teatro a tus conflictos emocionales?
Sería empezar a representar un conflicto de manera que no le des tanta importancia. Sería canalizar y experimentar la experiencia emocional sin que te descontrole.
Derechos exclusivos: Robson Marins De Abreu