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El drama de un suicida

El suicida vive un drama sin fin, ya que al mismo tiempo que desea morir, por otra parte no quiere. El acto suicida es un acto de vida y no de muerte como muchos piensan, no todo suicida desea morir, solo busca una manera de vivir sin sufrimiento, cosa muy difícil en una sociedad como la que tenemos.

No es posible vivir sin sufrir. El peligro de vivir una vida cómoda es que te imposibilita crecer como persona, ya que el lado bueno de la vida son los retos que nos hacen moldear tanto nuestro carácter como nuestra personalidad.

Factores suicidas 

El suicidio es la principal causa de muerte en los jóvenes. Siempre pensamos que las personas mayores están destinadas a morir antes y la mayoría de los padres jamás imaginan que uno de sus hijos sería capaz de quitarse la vida, independientemente de la clase social que se tenga. Según algunos estudios los hombres son más propensos a morir por suicidio, mientras que las mujeres lo son en intentarlo.

Hemos de tener claro que hay personas que, en momentos de bajón, dicen que desean morir y que ya no tienen ganas de nada más. Ésta sería la fase 0, por llamarlo de alguna manera. Es cuando cualquier persona  se encuentra en momentos de estrés y agobio y siempre suelta alguna frase como:

  1. Ojalá me muera un día de estos
  2. Ojalá me muera ahora mismo
  3. Ojalá me muera mañana.
  4. Que ganas de dormir y no despertar nunca más.
  5. Que se vaya todo a la mierda, no creo que haga falta a nadie.

Son frases que se dicen en momentos de apuro, pero sin la intención real de querer morir.

Hay un error muy grave al decir que todo suicida tiene un trastorno mental, cuando no es verdad. Si miramos la cultura japonesa nos daremos cuenta que el suicidio antes era un acto de honor, aunque hoy en día es visto como un acto de cobardía y, según algunas religiones, el suicidio hace que la persona que lo comete herede el infierno.

Justificar o no el suicidio es una cuestión delicada, ya que es claro que todo ser humano tiene derecho a la vida.

Así como la depresión tiene sus niveles, la conducta suicida yo la clasifico como desde la fase 0 hasta la fase 1

Fase 0

Es el deseo de no sufrir, expresando con palabras lanzadas al aire que desea morir, cuando en verdad no es esa su intención.

Fase 1

Es la fase más preocupante pues es cuando los pensamientos de suicidio son constantes. Si preguntamos a cualquier persona cuántas veces ha pensado suicidarse, algunos contestarán que nunca o que quizás le pasó por la cabeza una vez. Pero los que están en la fase 1 viven constantemente trasbordados de pensamientos negativos, haciéndoles creer que quitarse la vida sería como hacer un favor a la humanidad.  Muchas veces es difícil discernir entre una persona que está en la fase 1 de conducta suicida, porque algunos de los síntomas pueden ser confundidos con la depresión ya que ambas cosas son muy parecidas. La diferencia es que algunos que sufren depresión tienen más sentimientos de tristeza, angustia, soledad, vacío, ansiedad y pocas veces realmente desean hacerse daño.  

La mayoría de las personas con trastorno límite de personalidad viven con una inestabilidad emocional muy grande, pues son muy impulsivos, tienen una ira constante e intensa, son ansiosos y tienen un auto nivel de emoción muy fuerte.  Las personas con esta patología están siempre en desafío con la vida, por la presión emocional.

Ideación suicidas

La ideación suicida es la intención constante de querer matarse y forma parte de la conducta suicida. El proceso se inicia en la mente con pensamientos recurrentes que generan miedo, inseguridad, con una voz que está en tu cabeza criticándote, exigiéndote…  ¿Autolesionarse podría compararse al suicidio? Sí, pues el individuo con conductas indirectas como herirse, drogarse, tomar alcohol, pueden llamarse como muerte lenta. 

Cuál es la visión del suicida

La visión del suicida es que no hay salida para su problema y cuestiona cualquier consejo que le den ya que siente que a nadie le importa, cree que haciéndose daño encontrará la forma de superar el dolor interior.

El cansancio físico y mental es un estado de autoexigencia y la mayoría de estas personas sienten que no tienen recursos suficientes para afrontar las decisiones difíciles de la vida.

Unas preguntas que pueden ser indicativas de posibles conductas suicidas:

  • Te sientes vacío
  • Te sientes solo, incluso estando cerca de otras personas.
  • Te sientes fracasado.
  • Añoras el pasado 
  • Tienes sentimientos de rabia constantes.
  • Te sientes rechazado.
  • ¿Te alejas de las demás personas por miedo a que te hagan daño? Pero en el mismo momento quieres tener a alguien cerca.
  • Sientes deseo de vivir o te da igual vivir o morir.
  • Tienes miedo al futuro.
  • ¿Qué te asusta más, la vejez o la soledad?
  • Ves siempre las cosas como si no hubiera salida.
  • Te sientes totalmente satisfecho tanto en el ámbito profesional como en el amoroso.
  • Sientes que no vale la pena luchar por lo que quieres porque crees que no lo vas a conseguir.
  • Te desesperas por cualquier cosa.
  • Consumes sustancias tóxicas para intentar sobrellevar el día a día.
  • Crees que eres antisocial por miedo a que te hagan daño, o por ser tímido.
  • Tienes cambios de comportamiento.
  • ¿En tu familia hay personas con algún problema mental?

Hay que saber que la mayoría de las cosas que nos hacen tener miedo no son externas, solo existen dentro de nosotros, ¿Huir o luchar, cuál es la mejor elección? En esta vida no todo es un bonito arco iris. 

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